Pendientes Washi
"Hiyori
extiende las manos hacia a su hija mientras le dice: Kokoro, estos
pendientes han pasado de madre a hija desde hace generaciones. Yo te los
paso a ti, como tú lo harás en el futuro. La belleza de estos
pendientes no reside en sus colores o en su valor si no en el mensaje
que nos transmiten en que, cuando los vemos o nos los ponemos, recordamos que debemos respetar lo que deseamos hacer o ser;
que no somos perfectas y tenemos derecho a cometer errores, que a
través de esos errores se aprende, así que debemos tener paciencia y
darnos tiempo para aprender; que es sano reírse de una misma; que cuando
lo necesitemos nos concedamos tiempo para nosotras y mimarnos; en
resumen, Kokoro, que nos amemos. "
Pendientes Washi-Nendo
"Naroa lleva años trabajando en Japón como arqueóloga. Se encuentra
excavando la zona nororiental del yacimiento de Utashinai cuando la
paleta choca contra algo duro, parece una caja. Con el cepillo va
quitando poco a poco la tierra, revelando una preciosa cajita de nacar.
Con sumo cuidado abre la tapa para dejar al descubierto unos bellos
pendientes junto a un diminuto papiro.
Sabe que está prohibido, pero no puede evitar la tentación de
ponérselos. Justo en el momento en el que se los coloca se siente
extraña, quizá más fuerte, quizá más segura, se pregunta si podría ser
capaz de hacer cualquier cosa...
Con curiosidad, desenrolla el papiro, donde puede leer en japonés:
"Estos pendientes traen la luz, traen la fortaleza y la consecución de
los anhelos, pero...elige bien tus deseos, porque se van a cumplir".
Yasu
Yasu era una hermosa princesa enamorada de Ichiro, un pobre agricultor.
Para no ser vistos, se reunían solo por la noches y contemplaban las
estrellas, deseando ser tan libres como ellas y poder vivir su amor.
Esta unión no era bien vista por los padres de Yasu que, por todos los medios, intentaban acabar con esa relación. Como no lo conseguían, se las arreglaron para llevarse a Ichiro muy lejos y, así, no se verían nunca más.
Yasu e Ichiro, para seguir eestando juntos de alguna manera, salían cada noche a la misma hora a ver las estrellas, pero estaban tan tristes por no sentirse cerca, que poco a poco sus corazones se fueron apagndo.
Se dice que sus almas subieron al cielo y formaron dos hermosas estrellas muy cerca de la Luna. Si las encuentras y las contemplas durante un rato, podrás sentir la felicidad de Yasu e Ichiro por estar juntos para siempre.
Esta unión no era bien vista por los padres de Yasu que, por todos los medios, intentaban acabar con esa relación. Como no lo conseguían, se las arreglaron para llevarse a Ichiro muy lejos y, así, no se verían nunca más.
Yasu e Ichiro, para seguir eestando juntos de alguna manera, salían cada noche a la misma hora a ver las estrellas, pero estaban tan tristes por no sentirse cerca, que poco a poco sus corazones se fueron apagndo.
Se dice que sus almas subieron al cielo y formaron dos hermosas estrellas muy cerca de la Luna. Si las encuentras y las contemplas durante un rato, podrás sentir la felicidad de Yasu e Ichiro por estar juntos para siempre.
Yuko
Hace muchos, muchos años, vivía una niña que se llamaba Yuko. Era una
niña muy feliz que disfrutaba de todo lo que la vida le ofrecía pero,
sobretodo, amaba bailar. Se podía pasar horas bailando sin parar, era su
pasión. Acudía al teatro cada vez que había una danza y soñaba con
formar parte, algún día, de una de esas compañías, recorrer bailando
todo Japón y vestir los kimonos más hermosos.
Pero un día, su sueño se quebró en mil pedazos. En una mala caída se rompio un pie y los médicos le diagnosticaron que nunca lo recuperaría y no volvería a bailar. Pero Yuko no se dio por vencida y puso todo su empeño en conseguir su sueño. No tardó mucho tiempo en recuperar la movilidad de su pie y, poco a poco, volvió a bailar. Fue tal el milagro, que Yuko le contaba a todo con el que se encontraba que los sueños podían cumplirse.
Cuenta la leyenda que si deseas con fuerza tu deseo y piensas en Yuko, tu sueño se puede hacer realidad.
Pero un día, su sueño se quebró en mil pedazos. En una mala caída se rompio un pie y los médicos le diagnosticaron que nunca lo recuperaría y no volvería a bailar. Pero Yuko no se dio por vencida y puso todo su empeño en conseguir su sueño. No tardó mucho tiempo en recuperar la movilidad de su pie y, poco a poco, volvió a bailar. Fue tal el milagro, que Yuko le contaba a todo con el que se encontraba que los sueños podían cumplirse.
Cuenta la leyenda que si deseas con fuerza tu deseo y piensas en Yuko, tu sueño se puede hacer realidad.
Naoko
"Cuando llegué a la plaza principal
del pueblo japonés de Hikiushi, me dejé embelesar por su estatua
central, que rodeada de cerezos, representaba una bella mujer vestida
con kimono y con una hermosa flor en la mano. Como explicación solo
había una placa que rezaba: "Naoko".
La voz profunda de una anciana, que se hallaba sentada a los pies de la estatua y de la que no me había percatado, me contó que Naoko era una muchacha alegre, que vivió en ese lugar, y que regalaba flores a su paso. Era lo único que se recordaba de ella ya que toda su historia o la razón por la que le hicieron una estatua se había perdido con el pasar de los tiempos, pero lo que maravilla es el hecho de que la flor que lleva en la mano jamás se ha marchitado. Muchas personas se acercan hasta allí para subirse a la estatua y tocar la flor, ya que cuentan que quien la toca se levantará con
una sonrisa cada mañana. Por supuesto, yo lo hice."
La voz profunda de una anciana, que se hallaba sentada a los pies de la estatua y de la que no me había percatado, me contó que Naoko era una muchacha alegre, que vivió en ese lugar, y que regalaba flores a su paso. Era lo único que se recordaba de ella ya que toda su historia o la razón por la que le hicieron una estatua se había perdido con el pasar de los tiempos, pero lo que maravilla es el hecho de que la flor que lleva en la mano jamás se ha marchitado. Muchas personas se acercan hasta allí para subirse a la estatua y tocar la flor, ya que cuentan que quien la toca se levantará con
una sonrisa cada mañana. Por supuesto, yo lo hice."
Ryoko
Ryoko era una princesa de Japón que lo tenía todo, belleza, posesiones y
el amor de unos padres. Solo echaba de menos una cosa: poder salir de
palacio alguna vez. Ella no entendía por qué sus padres no le permitían
salir, no quería escapar, solo deseaba salir a pasear fuera de esos
muros.
Después de varios intentos, consiguió eludir a la guardia y posar sus pies en una tierra desconocida para ella. Vio cosas hermosas, flores, plantas, pájaros de colores, árboles, ríos, peces... Hasta que llegó a un pueblo. Allí no había cosas hermosas, todo estaba sucio, había niños llorando, mucha pobreza...
Al ver tanta desolación, Ryoko tomó una decisión, se pasaría la vida ayudando a quién lo necesitara. A partir de entonces, surca los cielos sobre un dragón en busca de alguien a quién ayudar.
Se dice que si cierras los ojos y dices su nombre tres veces, Ryoko acudirá para ayudarte.
Después de varios intentos, consiguió eludir a la guardia y posar sus pies en una tierra desconocida para ella. Vio cosas hermosas, flores, plantas, pájaros de colores, árboles, ríos, peces... Hasta que llegó a un pueblo. Allí no había cosas hermosas, todo estaba sucio, había niños llorando, mucha pobreza...
Al ver tanta desolación, Ryoko tomó una decisión, se pasaría la vida ayudando a quién lo necesitara. A partir de entonces, surca los cielos sobre un dragón en busca de alguien a quién ayudar.
Se dice que si cierras los ojos y dices su nombre tres veces, Ryoko acudirá para ayudarte.
Himeko
"Himeko tiene tres añitos y está muy nerviosa porque hoy, 15 de
noviembre, va a celebrar el Shichi-go-san (siete-cinco-tres). Ella
todavía no entiende qué es esta celebración, pero le gusta su kimono
nuevo y tener el pelo más largo para poder hacerse bonitos peinados. Sus
papás le han dicho que van a ir al templo para agredecer y pedir por su
seguridad y salud, y también que le van a dar un caramelo que se llama
Chitoseame (caramelo de los mil
años). Sus primos aseguran que está muy bueno. Su mamá le ha dicho que
solo se le darán si está muy formal en la ceremonia y en el banquete que
van a celebrar después. Himeko piensa que hará lo que pueda por
portarse bien pero, al fin y al cabo, es una niña pequeña a la que le
gusta jugar."
Nigi el Onigiri
“Nigi, aunque no todo le sale bien, intenta ser un Onigiri* feliz.
Le gusta contar que aquellas mañanas en las que, nada más despertar, esboza una sonrisa, se convierten en bellos días alegres.
*Onigir: plato japonés. Bola de arroz envuelta en alga nori.”
Nigi el Onigiri
“Hoy Nigi no
ha tenido un buen día. Su vecino se ha comprado un perro. En cuanto
Sansón, así se llama el perro, ha visto que Nigi era un sabroso Onigiri*
ha querido comérselo. ¡Suerte que Nigi es muy veloz y solo le ha dado
un mordisco!
Él no pierde el buen humor y si alguien pregunta qué le ha pasado, contesta que ha sido luchando contra un enorme dragón.
Teru Teru Bozu
"Teru Teru Bozu es un amiguito muy querido en Japón porque tiene poderes mágicos para atraer el buen tiempo y detener un día lluvioso.
Si tienes una celebración o necesitas que el día siguiente sea soleado, a Teru le gusta que le canten una canción "Curandero del buen clima, por favor, deja que el clima sea bueno mañana" y Teru hará todo lo posible para que el día siguiente sea soleado y hermoso"
Si tienes una celebración o necesitas que el día siguiente sea soleado, a Teru le gusta que le canten una canción "Curandero del buen clima, por favor, deja que el clima sea bueno mañana" y Teru hará todo lo posible para que el día siguiente sea soleado y hermoso"
Tus creaciones son preciosas y muy originales, y si, cuando se hace un regalo, no solo se regala el objeto en si, también otras muchas cosas como ilusión, recuerdos...etc
ResponderEliminarBesitos y feliz semana
Isabel
Besitos
Muchas gracias por tu comentario!!!! ^_^
EliminarMe lo cuelgo en facebook!
ResponderEliminarLlum
¡Adelante!!
EliminarMuy chulo todo ;) como siempre
ResponderEliminar¡Muchas gracias, guapísima!!!
Eliminardesde luego hace tiempo que no me pasaba y tienes cosas preciosas y esos pendientes que me gustan tanto, un saludo despues de mucho, besssss
ResponderEliminar¡Muchas gracias!!! la verdad es que yo también hace tiempo que no había pasado por el tuyo. A ver si algún día escribo una entrada y os cuento por qué estoy tan ausente últimamente. Besotes
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