07 julio 2014

Leyenda japonesa:Tanabata

Mientras nosotros celebramos el San Fermín, en Japón tienen su propia festividad: el día de Tanabata. Aquí tienes la preciosa leyenda en la que se basa este día:



Orihime (織姫, Princesa Tejedora) era la hija de Tentei (天帝, Rey Celestial). Orihime tejía telas espléndidas a orillas de la Vía Láctea (天の川, Amanogawa). A su padre le encantaban sus telas, y ella trabajaba duro día tras día para tenerlas listas. Sin embargo, la joven era adicta a su labor y se pasaba día y noche trabajando en su telar sin permitirse ni un sólo descanso, y esto la afligía, porque a causa de su trabajo no podía pensar siquiera en encontrar a alguien de quien enamorarse.

Sin embargo, la casualidad hizo que cierto día Orihime conociera a un pastor de bueyes llamado Hikoboshi (彦星), que vivía al otro lado del Amanogawa y que también se dedicaba por entero a su trabajo. Nada más verse se enamoraron al instante, y no tardaron en contraer matrimonio, para felicidad del rey de los cielos, que también estaba empezando a preocuparse seriamente por la excesiva dedicación de su hija.

Los dos jóvenes estaban tan enamorados el uno del otro que, tras casarse y empezar a vivir juntos, ambos descuidaron sus respectivas labores. Orihime dejó de tejer para Tentei y los dioses del cielo, que se quedaron sin vestidos, y a su vez Hikoboshi descuidó su rebaño y dejó que las estrellas se desperdigaran por el cielo, provocando destrozos allá por donde pasaban.
japonismo.com
 Esto enfureció a Tentei. ¿Cómo podía ser que su trabajadora hija se hubiese vuelto tan descuidada? Como castigo, el rey del cielo decidió separar a los dos amantes, uno a cada lado del Amanogawa, y les prohibió que volvieran a verse nunca más. Orihime, muy triste por la pérdida de su esposo, rogó a su padre entre lágrimas que la perdonara y les permitiera volver a verse, y Tentei, conmovido, le prometió que les permitiría reunirse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes, siempre y cuando ella trabajara con dedicación y tuviera listo su trabajo para entonces.

Sin embargo, la primera vez que intentaron verse, Orihime y Hikoboshi se dieron cuenta de que no podían cruzar el Amanogawa, dado que no había puente alguno. Orihime lloró tanto que una bandada de urracas vino en su ayuda y le prometieron que harían un puente con sus alas para que pudiera cruzar el río. Esa es la única ocasión que tienen cada año de poder verse los dos amantes, y depende de que el tiempo sea bueno, porque si un año ese día está lloviendo, las urracas no pueden venir y los dos amantes tienen que esperar hasta el año siguiente.

El séptimo día del séptimo mes es el 7 de julio, como me imagino habrás deducido. Este día los japoneses celebran Tanabata en recuerdo de estos dos enamorados que están representados por las estrellas Vega y Altair, situadas cada una a un lado de la Vía Láctea. 
Este día los japoneses escriben sus deseos en hojas de papel de colores que se ata a las ramas de bambú. Estas ramas se colocan en el río para que floten o se queman tras la fiesta. 
http://www.holanihon.com/ya-casi-llega-el-tanabata-japon/
 ¿Te gusta cómo disfrutan los japoneses de sus fiestas?

Fuente: http://www.kawano-katsuhito.net/2009/07/mitologia-japonesa-la-leyenda-de.html

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